6 Rarezas de Mi

Que conste que esto lo hago solo porque me pegaron la lleva (Gracias, Jaime Bakulic, por no tener nada mejor que hacer en un dia como hoy) .

A continuacion, las 6 rarezas que no todo el mundo conoce de mi:

1. Muevo incesántemente los pies (si estoy sentado) y los dedos de las manos (si estoy de pie) cuando estoy pensativo, ansioso o nervioso. En estos dias me puse a analizarlo bien y he llegado a la conclusión de que todo este movimiento telúrico es causado por una especie de rockola intracerebral que se activa para calmarme en los momentos de malparidez alborotada. Lo peor es que mi DJ interno tiene un descarado gusto de guisa pueblerina. Mas de una vez me he descubierto analizando la solución a un problema al ritmo de "chiquitita dime por que....."

2. Si alguien llama a la casa un fin de semana y me pregunta "Entonces que loco, que anda haciendo?" invariablemente mi respuesta será un "No marica, aqui en la casa haciendo loooooaaaaauuugggmmmhhhhh....."
Se suponia que la ultima palabra tenia que ser "locha" pero en mi caso viene acompañada de un inminente bostezo en medio de la oración como para que no quede duda de que en realidad estoy haciendo locha. Llámenlo "ayuda tele-cogni-fono-auditiva," el caso es que Maria del Mar detesta cuando lo hago, y por mas que lo intento mi subconsciente siempre tiene la última palabra.

3. No me gusta el pescado. Desde niño nunca he soportado su sabor, ni el tener que abrirme paso entre las incontables espinas, y menos tener que ver a la tia de turno sentarse a mi lado en el comedor para darse garra devorando (no, succionando) los labios, ojos y sesos del indefenso animal al mejor estilo de Hannibal Lecter. Sin embargo no tengo ningun problema a la hora de comer camarones o atún enlatado en aceite vegetal. Esta rareza vale por dos si se tiene en cuenta que mi papá era dueño de una granja piscícola. De haber salido alérgico a la carne de res, seguramente mi papá se habria vuelto carnicero.

4. No me gusta bailar. Y la verdad, tampoco es que lo haga muy bien. De niño me decian que no podia coordinar una miada con una cagada, y el hecho de que me parecian estúpidas las canciones de la época (aunque muchos años después y lejos del pais les he ido agarrando cariño) ayudó a que mi refugio en el metal ochentero me diera la disculpa perfecta para hacerle el feo a todo lo que tuviera que ver con el merengue, la salsa, y el vallejarto.

5. Sufro de una condicion crónica llamada "VEJIGUS TíMIDUS." Traducción: no puedo orinar si siento que estoy al alcance de la vista de alguien. Esto me ha traido miles de problemas a la hora de hacer chichí en centros comerciales y restaurantes con baños comunales, porque si hay 5 orinales vacios y una fila de 30 para entrar al único sanitario, indudablemente me voy a hacer la fila.

6. Leo revistas de atrás para adelante; es decir, empiezo por la última página y termino en la primera.

Y ahora que ya conocen mis rarezas.... que tal si me cuentan las suyas?