martes, 7 de julio de 2009

El fantástico mundo de Miguel Jacinto

Hay juegos de video en donde unos con otros se matan a coñazos, machetazos, o se reparten plomo ventiado. No es este el caso de Moonwalker.



De niño jugué esto en el Sega Genesis incontables veces. En ese momento no me parecia ridículo que un músico tuviera su propio video juego, ni que sus ataques consistieran de pataditas amariconadas con polvito de estrella incluido, ni que el poder para derrotar al jefe del nivel consistiera en matar a sus secuaces a punta de coreografia. Estábamos hablando del rey del pop. El podía hacer lo que le diera la regalada gana.

Hoy tras ver el homenaje en su honor por tv, sentí que el mundo se quedó un poquito mas vacio. Podrán decir lo que quieran, pero genios como el, al igual que el Pibe Valderrama en el fútbol, solo vienen de a uno por generación.

Y yo mientras tanto seguiré jugando Moonwalker a través de un emulador, y totéandome de la risa cada vez que sin querer con el undir de un botón haga que Michael doble las rodillas, abra la trompa y suelte un masculinísimo "UHHHHHHHH!!"

4 elefantes se balanceaban...:

Cecilia julio 07, 2009 8:35 p.m.  

De acuerdo, fue unico e irrepetible... lindo el homenaje, creo q le saco lagrimas a todo el mundo

Anónimo,  julio 07, 2009 10:10 p.m.  

Ahhh muy gracioso el gritico del juego...
Si, para muchos fue un Dios... yo lo veía como un niño que no pudo crecer.
Abrazo.

Mafe julio 08, 2009 5:15 a.m.  

Como músico, todo un espectáculo.
El resto, que se quede en su conciencia porque hay tanta historia marciana que uno no sabe al final cual es cierta y cual no.

Del jueguito... siga jugando con el polvo de estrellas ese a ver como le va con la DEA mijo!

@driPod julio 08, 2009 11:26 a.m.  

no tenia ni idea de esos juegos jejejeje

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