Le Fantastique Alexilloú-Pilloú

Paris nos recibió con los brazos abiertos la noche del 30 de Abril. Venía con los nervios de punta. No han sido pocas las historias de horror que he escuchado sobre la hostilidad que supuestamente tienen los Franceses hacia los extranjeros, y justo arrivamos de Londres con la sensación de haber quedado como moscas en leche, ya que al vernos hablando Inglés americano mezclado con ese inconfundible genoma muisca que nos gastamos, los Ingleses no daban pie con bola de donde diablos veníamos.

Pero el caso es que eso nunca pasó en Francia. La gente super, super amable. No era sino decirles "Bon Yurt" para iniciar cualquier conversación y de una quedaban derretidos a nuestros pies, listos para darnos cualquier información que quisieramos. (A todas estas, cómo pide uno un Bon-Yurt en Francia? Bonjour, si vous plait, un Bon-Yurt?)

Entre esas personas que nos trataron bién en Paris, estan indiscutiblemente los famosísimos Ric y Mile, quienes no solo nos fueron a recoger a la estación de tren cerca de las 10pm, sino que ademas nos ofrecieron su apartamento, pues el plan original era llegar a Paris en la mañana del dia siguiente y por lo tanto no teniamos un hotel reservado para esa noche.

Una vez dejamos las maletas en el apartamento nos fuimos a dar una vuelta por el vecindario en que viven, el muy conocido Latin Quarter de Paris; espectacular, lleno de vida y gente por doquier, y con una zona rosa que no tiene nada que envidiarle al parque de la 93 en Bogotá. Eran las 11 de la noche de un LUNES y no cabía una persona mas en la calle. Impresionante.

Luego, para calmar un poco el hambre, nos fuimos a una tipica creperia en donde podria jurar que vi en el menú un Burro de Sucre (Beurre du Sucre). Ah? que tal? No contaban con mi Francés Opita.

Al otro dia nos levantamos temprano, desayunamos, y Mile ofreció ser nuestra guia turística durante la mañana. Resulta que Mile es una dura, se sabe que es cada cosa en la ciudad donde vive, quién vivio ahi, cómo hicieron esto aca, y hasta cuántas veces orinó Napoleón sobre aquel muro.

Asi recorrimos Notre Dame, la plaza de la Concordia, la Madeleine, y al medio dia nos encontramos con Ric para hacer "Pique-Nique" en los jardines de Luxemburgo. Compramos unos paninis, algo de queso, vino, y a pique-niquear se dijo.

Por la tarde nos despedimos de nuestros amables anfitriones, y agarramos un taxi al hotel. De ahi salimos a caminar por la torre Eiffel, que quedaba a menos de 5 cuadras. Acto seguido cogimos rumbo al Arco del Triunfo, la avenida de los Campos Eliseos, el tunel D' L'Alma (en donde se mató Lady Di), y por ultimo subimos a la Catedral de Sacré Cœur en el recinto de Montmartre.

El dia siguiente nos encontró a las 9:00 a.m. haciendo fila para subir hasta lo mas alto de la torre Eiffel. Hacía un frio de los mil demonios a esa hora, pero de que tocaba subir, tocaba subir. Me quedé impresionado la altura de esa vaina, como 350 metros. El ascensor de subida da tanto vértigo que muchos comenzamos a ver flashbacks de nuestras vidas en fracciones de segundo (en particular los pecados, jaja), pero la experiencia de estar allá arriba es inolvidable.

Hacia el medio dia decidimos que era el momento perfecto para entrar al Louvre y ver entre otras cosas, la Mona Lisa de Leonardo Da Vinci, y la Venus de Milo. Afortunadamente me dió por comprar las boletas por internet desde Los Angeles, porque la fila para entrar al Louvre a esa hora demoraba facilmente dos horas. Y mi impresión? No tenía ni idea que la Mona Lisa era un cuadro tan pequeño! y para colmo no es ni mona... ni lisa.

Ya para terminar el dia cogimos un tren rumbo a Versalles, lugar del famosísimo Chateau de Versailles, en donde vivieron varios reyes de Francia, y el lugar de donde sacaron a palo a Luis XVI y a Maria Antonieta durante la revolución Francesa, para luego ser decapitados a guillotinazo limpio en la Plaza de la Concordia.

El último dia en Paris decidimos visitar la tumba de Napoleón Bonaparte en el Museé Les Invalides. Increible semejante tumba tan grande para un man que fue tan pequeño, pero no dudo un segundo que se la merezca.

Al medio dia partimos rumbo al cementerio Pére-Lachaise (y no, no traduce la "pera lechosa") en donde visitamos las tumbas de Jim Morrison y Frederic Chopin. Me dió un poco de tristeza que entre todas las tumbas tan espectaculares con mausoleos, jardines y toda la cosa, la de Jim Morrison era la mas feita y sencillita. Y como la han vandalizado tanto a través de los años, ahora tiene una reja de seguridad que no permite tocarla ni acercarse demasiado a ella.

Por último, y ya para despedirnos de Paris, decidimos pasar por el famoso cabaret Moulin Rouge, cuna del can-can, y lugar de perdicion Francés por excelencia, ya que se encuentra en un area bastante similar al red light district de Amsterdam, con tiendas de sexo y todo lo demás.

Y las fotos?? Pero claro! Solo basta con hacer click AQUI.

Próxima edicion: ROMA.