Se Salvó El Viaje A Colombia

Al parecer, la diosa Chibcha del transporte debe andar de buen humor por estos dias, ya que mi temida visita al consulado Colombiano no terminó en madrazos ni coñazos como venia psicológicamente preparado a asumir, y en cambio culminó en la entrega del más preciado documento que todo hijo pródigo de nuestra hermosa patria boba puede darse el lujo de tener:

El pasaporte Colombiano.

Si, ese mismo cuadernito marrón que salta a la vista en aeropuertos internacionales cual mico fosforescente, y que invita a funcionarios y agentes de inmigración a requisarnos hasta la cagada de mañana, o en su peor defecto, a hacer colas de dos horas en el aeropuerto mientras un tipo alto, mono, y ojiverde de apellido "Smith" revisa una y mil veces en su computador que el pasaporte no sea falsificado, que no seamos terroristas, o que no traigamos 50 pepas de coca en el buche.

Pero esa no es la razón por la que hoy escribo estas lineas.

Volviendo al tema del consulado, a las 9:00am estoy llegando al dichoso lugar como tenia programado. Parqueo, subo al cuarto piso, entro al consulado y que me encuentro?

"CONVENCION ANUAL PARA EL DESARROLLO DE LOS EFECTOS DEL VIAGRA"

-Uy que pena! me equivoqué de oficina, disculpen....

Doy media vuelta seguido de 5 pasos titubeantes. Me detengo. Giro 180 grados.

- Un momento.... que hace ese escudo de Colombia en la pared?

Si señores. Eso ERA el consulado, y por motivos que aun desconozco, no habia nadie menor de 70 años alli. Me sentía como si acabara de llegar de un viaje por el espacio. Que pasó con la gente joven?

- "Buenas... para solicitar el pasaporte"

- "Si, como no, tome esta fichita y espere que lo llamen"

Me tocó el numero 3, y sin embargo había por lo menos 25 personas en la sala de espera. Este definitivamente era el lugar.

Me acomodo en mi silla, mientras silenciosamente espero que la señora de al lado me de un codazo y me diga "Coooomo le parece?" lo cual nunca sucede. Maldita pelota de letras, no todo lo que dices es verdad. Todos estos viejitos parecen conocerse entre si, pero a mi nadie me habla.

Tras cuarenta minutos de espera por fin me atienden, y en menos de 20 minutos ya tengo mi pasaporte en la mano. El costo del chistecito? $98 y una mañana perdida de trabajo.

Gracias Murphy! Mañana a primera hora espero mi pasaporte anterior encima de la nevera.