Saque Sus Conclusiones

Contando las horas y los minutos que quedan por delante, intentando matar el tiempo infructuosamente con una cuchara de palo sin filo ni astillas. El vuelve a mirar su reloj en medio del enajenamiento y nota con algo de resignación que los minutos ya no avanzan. Durante la mañana el dia parecía estar mas ajetreado, mas movido, pero ahora hasta los segundos se arrastran como babosas artríticas sobre un enorme pliego de papel de lija. Jamás pensó que llegaría este momento, o al menos no de esta manera tan inesperada. Su mente ya vuela y cruza fronteras invisibles, su cuerpo quiere mandar a la quinta porra la silla electrica del escritorio, y sus manos... sus manos permanecen inquietas intentando sosegar con palabras la ansiedad que no para de percibirse en el aire. Atrás han quedado los años de dolor y tristeza que espera no volver a repetir, por mas de que comparta la idea maturanística de que perder es ganar un poco. Al fin de cuentas, a las mujeres no se les puede derrotar, solo perder ante ellas y en un dia de mucha inspiración y con el árbitro comprado, si acaso empatarles. Nunca antes se sintió tan decidido como en este momento a dejarlo todo por un poquito de esa felicidad que antes a duras penas probó a cuentagotas. Jamás se habia sentido tan vivo como en el momento en que se dió cuenta que aun podía recuperar todo lo que alguna vez fué, y que tanto tiempo atrás dejó tirado al lado del camino por querer alcanzar ese espejismo de felicidad que siempre se asomó pero nunca dió la cara. Ahora lo veía todo mas claro, pensó. Mañana sería un nuevo dia tan, pero tan diferente, respiraría otro aire y se rodearía de gente completamente nueva; gente que lo aprecia y que lo hace sentir que aun vale la pena seguir en la lucha. Ya pasó mucho tiempo pensando en la felicidad de los demás y ahora por fin iba a preocuparse por la suya, como una especie de Amélie masculino, criollo, y sin la cara de idiota. Ahora que sus pulmones finalmente respiraban el aire puro de la libertad, el decidió sin preguntarselo dos veces vivir la vida a su manera. Ahora solo era cuestion de que el maldito tiempo le diera la oportunidad.