martes, 28 de septiembre de 2010

El amor en los tiempos del dengue


Era ella, chica rolliza proveniente de la capital, de ojos carmelitos y cachetes rosados cual si se tratara de la misma Heidi que años atras veía los domingos frente al televisor. Su mirada y la mia se encontraron al abordar por accidente el puesto 17A y 17B, respectivamente, de un vuelo de Avianca proveniente de Los Angeles con destino a Bogotá. Eramos sin duda dos almas perdidas y cagadas del miedo enfrentados por cosas del destino a un encuentro complétamente fortuito e inesperado. Dos menores de edad que venían de pasar las vacaciones del colegio junto a su familia, y que ahora compartían puesto de avion porque, a pesar de que sus tiquetes tenían puestos reservados en extremos opuestos de la aeronave, a las azafatas les pareció chistoso juntar a los dos "pelaitos" que viajaban solos y ver que cosa podia resultar.

Ella se llamaba Sheila Carolina. Creo que jamás podría olvidar ese nombre porque, por más que pasa el tiempo y la vida se va encargando de echarle tierra al asunto, siempre hay una canción de Michael Jackson que me la recuerda. Cada vez que la escucho siento maripositas en la barriga y recuerdo las tardes después del colegio cuando me ponía a pensar en lo pelota que fuí por no haberle dicho nada al despedirnos en el aeropuerto. No le pedí el número de teléfono, ni la dirección, mucho menos el email que por esa época no existía. Desde ese dia me juré a mi mismo que jamás dejaría volver escapar una oportunidad en la vida.



Nunca sabré si en su vida quedó al menos una milésima parte de la impresión que ella dejó en mi, pero me gustaría pensar que los primeros meses de vuelta al colegio se la pasó contándole a sus amiguitas sobre las 8 horas que pasó en un avion compartiendo fotos y anécdotas de un pais extranjero con un opita chiquito, feito, y negrito que se esforzaba mas de la cuenta en hacerla reir.


p.s. hoy quiero celebrar con un shawarma y una vela, un chocorramo, y dos copas de vino llenas de kumis

6 elefantes se balanceaban...:

Lolo septiembre 28, 2010 1:32 p.m.  

Ah, esas oportunidades que dejamos pasar, pero ponle el lado positivo, quizás te salvaste de una vieja melosa, intensa, obsesiva y paranoica :p si lo ves de esa manera, entonces no es tan malo¿no?
Slds alexillo.

MCD septiembre 28, 2010 2:30 p.m.  

porque tiene que ser una vieja asi Lolo? noooo mijo !!!
la verdad es ke x bobito dejo pasar una gran oportunidad posiblemente... pero bueno menos mal aprendio rapido para no volver a dejar pasar la proxima !

Susana septiembre 29, 2010 2:51 p.m.  

hay recuerdos que acosan toda la vida...

MonicaDC octubre 02, 2010 10:46 a.m.  

Que bueno es recordar viejos amores y pensar lo que pudo ser...

A veces es un descanso de la vida cotidiana.

Anónimo,  octubre 04, 2010 7:15 p.m.  

Fácil, para eso está Facebook. No creo que haya montones de Sheilas Carolinas, o si?

Arquitecturibe octubre 05, 2010 4:29 p.m.  

bueno, dista mucho de ser la bella del cuento de Garcia Marquez, pero deja la duda de todas las posibilidades !!!

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